1.- ¿A quién votamos?
Muchos y muy variados son los motivos que nos hacen, cada vez que hay una cita electoral, votar a uno u otro partido. Los hay que piensan que lo más importante es la defensa de los animales, otros votan para potenciar el ecologismo, otros votan en contra de, o por conseguir ser un día independientes, o porque se regule la gestación subrogada, o por tantas y tantas cosas.
Yo, como propietario de Vallejo Gomila Correduría de Seguros, y por tanto pequeño empresario, les reconozco que cuando voy a votar, lo primero que me preocupa, y hace que me decante por la misma opción casi en la totalidad de las veces en las que he votado (que no en todas), es la economía. Si la economía de un país va bien, casi todas las demás cosas van bien o tienen perspectivas de ir bien. Es mi opinión. Pero al mismo tiempo, respeto profundamente al que vota una determinada opción porque el candidato de turno le ha prometido que sembraría un árbol y pondría papeleras en la plaza de enfrente de su casa, al que le ha dicho que le subirá la pensión, al que le ha prometido que legalizaría la eutanasia, etc., etc. Al fin y al cabo eso es la democracia.
2.- Por higiene democrática: discrepemos
Es higiénicamente democrático, si se da el caso, discrepar de las opiniones o directrices de tu partido
¿Puede un simpatizante del Partido Popular ser republicano?: Puede.
¿Puede un militante del PSOE estar a favor de las corridas de toros?: Puede.
¿Puede un votante del Partido Popular estar a favor de la movilidad sostenible?: Puede.
¿Puede una feminista del PSOE estar a favor de la gestación subrogada?: Puede.
Yo les aseguro que sí, sí que pueden, de hecho, hay poquísimas personas que se sientan identificadas al 100% con las ideas o las actuaciones de un determinado partido político. Votamos o defendemos aquello que para nosotros es más relevante o importante en nuestra escala de prioridades. Y desde la discrepancia, intentamos que esas organizaciones a las que pertenecemos, o simplemente votamos, defiendan lo máximo posible nuestro ideal de sociedad.
3.- Partido Popular.
El PP debatió sobre la gestación subrogada en su 18º Congreso. No se logró consolidar una postura porque, dijeron, hace falta «más análisis»
La postura del Partido Popular en el tema de la Gestación Subrogada, me parece, como en tantas otras, equivocada. Y lo más triste es que ni siquiera se han posicionado de manera clara e inequívoca. Pero por mucho que se empeñen, no se puede soplar y sorber al mismo tiempo. Los dirigentes de la calle Génova están empleando la técnica de mirar para otro lado, como si con ellos no fuera la guerra. Y sí que va, con ellos y con miles y miles de ciudadanos de este país. Y cada año que pasa, se añaden un par de miles más.
4.- PSOE: Acción de Gobierno.
Todos los años más de 1000 parejas españolas tienen que acudir al extranjero a cumplir su sueño de ser padres.
1000 parejas que realizan el proceso de gestación subrogada fuera, ya que su propio país no se atreve a regularlo. Y por si esto no fuera suficiente, desde la llegada del PSOE al poder y con la ministra Calvo como cabeza de lanza contra los padres por Gestación Subrogada, se ha iniciado una auténtica guerra contra la ellos focalizada fundamentalmente en las parejas que realizan el proceso en Ucrania, haciéndoles pasar por mil y una trabas para conseguir el pasaporte de sus hijos, obviando deliberadamente los DERECHOS de esos niños, que como hijos de españoles, tienen reconocidos en nuestra Constitución, en el Código Civil y como seres humanos en la Declaración Universal de Derechos humanos
5.- ¿Quién acude a la Gestación Subrogada?
Si ustedes tienen el estereotipo de que estos padres de intención son ricos, gais y con poca o nula ética, se lo vayan quitando de la cabeza. No me lo han contado, lo he vivido en primera persona y les aseguro que el “tipo” de personas que realizan un proceso de gestación subrogada son, en su gran mayoría, heterosexuales, de clase media, muchos endeudados para poder hacer frente a este gasto, con un drama a sus espaldas en forma de abortos, fracasos en FIV o lo que es peor, graves enfermedades, y por encima de todo, parejas que desprenden amor en cada poro de su piel. Parejas cuya única intención es poder formar una familia y para eso se tienen que apoyar en una gestante a la que, en la mayoría de casos, conocen y se relacionan, preocupándose desde el minuto cero de su bienestar.
Señores políticos, no cierren los ojos a una realidad que está aquí y ha venido para quedarse. Discutan todo lo que quieran la regulación, pongan los filtros que consideren necesarios para que sea un proceso absolutamente garantista, pero REGULEN LA GESTACIÓN SUBROGADA.